Los mexicanos consideran que la corrupción de los políticos (legisladores, alcaldes, gobernadores y presidente) tiene un impacto mayor que la corrupción que se vive en el trato cotidiano con el gobierno y entre personas cercanas.

La mayoría de los mexicanos está de acuerdo que “para reducir la corrupción debemos empezar por nosotros mismos”. Así también, creen que la corrupción es una conducta aprendida y que la corrupción del gobierno es por donde debemos empezar para combatirla.

34% de los mexicanos cree que el principal responsable de combatir la corrupción es el gobierno. En un cercano segundo lugar, 28% cree que la sociedad es la principal responsable.

A una quinta parte de los mexicanos le han solicitado sobornos o “mordidas” en su interacción con distintos agentes de gobierno.